El otro día paseando por un todo a cien me encontré un montón de paquetitos de pinzas de madera en miniatura, inmediatamente me acorde de un personaje que tras intentar batir el récord Guiness en la especialidad de pinzas de tender la ropa colocadas en la cara, exclamaba entre sollozos (no se si de dolor, decepción o tristeza) solo "una más".
No me pude resistir y compré todos los paquetitos.
Este dibujo puede verse en el bar "Cañadul" en la expoxición colectiva que se celebrara por el 20 cumpleaños del bar.
1 comentario:
Es una historia triste, ocultar todas tus carencias, fustraciones, fracasos en un reto tan grotesco como vanal y que irónicamente te quede una pinza para completarlo hace mas profundo el vacio.
Este cuadro es una puñalada de existencialismo
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